El origen de las enfermedades emocionales, la clave para sanar.
Los problemas físicos pueden arrastrar conflictos inconscientes que afectan la vida diaria de las personas que los padecen. Existen técnicas para destrabarlos.
Algunos episodios de la vida pueden generar emociones fuertes que terminan afectado en mayor o menor medida al organismo.
Actitudes conflictivas, temores o sentimientos reprimidos influyentes directamente en el cuerpo y en su funcionamiento. En la actualidad, hay distintas técnicas para "destrabar" esos problemas. El secreto ésta en descubrir y comprender los mensajes que en encierran los desórdenes físicos para poder trabajar sobre la raíz de la dolencia.
La autora inglesa Debbie Shapiro realizó un libro "Your Body Speaks Tour Mind", donde explica como las enfermedades como la hipertensión, las disfunciones cardiacas o los trastornos nerviosos de diferentes tipos pueden influir directamente en el organismo.
" para entender esta conexión psicosomática, antes tenemos que reconocer que la mente y el cuerpo son un todo", afirma Shapiro en su libro.
Valería Quevedo, psicóloga social y especialista en memoria celular del Centro de estudios y practicas Alternativas afirma que el ser humano no tiene una "educación emocional".Esto puede desviar el problema hacia otro lado.
" Hay estudios que comprueban que las enfermedades emocionales existen y afectan al cuerpo.
Con la memoria celular se trabaja el trauma inconsciente y se trata de destrabarlos para terminar con las dolencias o el patrón que en muchas personas se repite" detallo Quevedo.
Develar el conflicto interno es el primer paso "para transformarlo en paz y armonía y de esta manera lograr que la curación tenga efecto", afirma la autora del libro, que detalla el por que de ciertos dolores corporales (ver " Dolores que hablan").
Normalmente se considera al cuerpo como un "envase" que nos acompaña y al que se debe cuidar. Cuando se daña, debe ser llevado al medico para repararlo. "Lamentablemente, esta visión es muy limitada. Niega la complejidad de energias que configuran todo nuestro ser, energías que fluyen y se intercomunican. No existe separación entre lo que sucede en la mente (pensamientos y sentimientos) y lo que ocurre en el organismo", explica Shapiro, que ya vendió miles de ejemplares en todo el mundo.
Dolores que hablan
Una lista de algunas dolencias comunes explican el por que su de su aparición.
Cuello:es el puente entre la mente y el cuerpo.
Supone obstinación y una mentalidad estrecha. Puede constituir una reacción a un estrés extremo que inculca el deseo de encerrarse.
Espalda:es el lugar en el que enterramos sentimientos y experiencias que nos han causado daño o confusión.
Indica un deseo de evadirse de algo, de volver la espalda a ello; o de "un peso"que cargamos sobre ella.
Alergias: tienden a indicar un nivel profundo de temor, un miedo a participar plenamente de la vida o a despojarse de las ayudas para ser autosuficientes.
Hipertensión: la causa reside en un profundo temor y falta de confianza, la sensación de correr peligro constante y debemos estar alerta. Esto puede atribuirse a alguna experiencia traumática en el pasado.
Los problemas físicos pueden arrastrar conflictos inconscientes que afectan la vida diaria de las personas que los padecen. Existen técnicas para destrabarlos.
Algunos episodios de la vida pueden generar emociones fuertes que terminan afectado en mayor o menor medida al organismo.
Actitudes conflictivas, temores o sentimientos reprimidos influyentes directamente en el cuerpo y en su funcionamiento. En la actualidad, hay distintas técnicas para "destrabar" esos problemas. El secreto ésta en descubrir y comprender los mensajes que en encierran los desórdenes físicos para poder trabajar sobre la raíz de la dolencia.
La autora inglesa Debbie Shapiro realizó un libro "Your Body Speaks Tour Mind", donde explica como las enfermedades como la hipertensión, las disfunciones cardiacas o los trastornos nerviosos de diferentes tipos pueden influir directamente en el organismo.
" para entender esta conexión psicosomática, antes tenemos que reconocer que la mente y el cuerpo son un todo", afirma Shapiro en su libro.
Valería Quevedo, psicóloga social y especialista en memoria celular del Centro de estudios y practicas Alternativas afirma que el ser humano no tiene una "educación emocional".Esto puede desviar el problema hacia otro lado.
" Hay estudios que comprueban que las enfermedades emocionales existen y afectan al cuerpo.
Con la memoria celular se trabaja el trauma inconsciente y se trata de destrabarlos para terminar con las dolencias o el patrón que en muchas personas se repite" detallo Quevedo.
Develar el conflicto interno es el primer paso "para transformarlo en paz y armonía y de esta manera lograr que la curación tenga efecto", afirma la autora del libro, que detalla el por que de ciertos dolores corporales (ver " Dolores que hablan").
Normalmente se considera al cuerpo como un "envase" que nos acompaña y al que se debe cuidar. Cuando se daña, debe ser llevado al medico para repararlo. "Lamentablemente, esta visión es muy limitada. Niega la complejidad de energias que configuran todo nuestro ser, energías que fluyen y se intercomunican. No existe separación entre lo que sucede en la mente (pensamientos y sentimientos) y lo que ocurre en el organismo", explica Shapiro, que ya vendió miles de ejemplares en todo el mundo.
Dolores que hablan
Una lista de algunas dolencias comunes explican el por que su de su aparición.
Cuello:es el puente entre la mente y el cuerpo.
Supone obstinación y una mentalidad estrecha. Puede constituir una reacción a un estrés extremo que inculca el deseo de encerrarse.
Espalda:es el lugar en el que enterramos sentimientos y experiencias que nos han causado daño o confusión.
Indica un deseo de evadirse de algo, de volver la espalda a ello; o de "un peso"que cargamos sobre ella.
Alergias: tienden a indicar un nivel profundo de temor, un miedo a participar plenamente de la vida o a despojarse de las ayudas para ser autosuficientes.
Hipertensión: la causa reside en un profundo temor y falta de confianza, la sensación de correr peligro constante y debemos estar alerta. Esto puede atribuirse a alguna experiencia traumática en el pasado.
